Se terminó el
partido y a pesar del esfuerzo, reconocido o no, el último partido del
campeonato se terminó. El Barça no fue campeón, el Madrid se llevó dos copas y
el Atleti un merecido título de liga. Para el olvido.
No puedo
imaginarte de otra forma que en silencio, en una esquina del camarín, pensando
en jugar por Chile, en dejar atrás esta etapa lograda, que fue sólo celebrada por los chilenos, que te vemos y nos sentimos orgullosos. Ser útil sin dejar
huella, correr sin descanso, pelear cada mañana por lograr un objetivo esquivo,
y darse cuenta que en realidad están contentos, pero de que te vayas.
En medio de esa
desolación, la
imagen de ese héroe muy visible y
a la vez casi anónimo, (que no tiene su pendón propio en el pasillo del museo
del Camp Nou), pero que sin duda, será recordado por una
vaselina notable al Madrid, por una entrega sin límites.
Imagino también
las lágrimas en el Aeropuerto el
Prat, las silenciosas lágrimas de una catalana rubia, menuda y hermosa, que te dirá “adeu
t’estimo molt” (adiós te quiero mucho).
Alexis,
compatriota y figura. Somos muchos los que intentamos seguir tu camino, y que tampoco
tendremos despedidas que no pedimos, que tenemos solo la alegría de nuestras
familias y amigos, que se sienten orgullosos por nuestros logros.
Así como cada chileno vibró
con tu entrega en estas tierras, así también humildemente estoy terminando esta
etapa en
Barcelona, volveré con otras lágrimas
en el mismo Aeropuerto, volaré con la promesa de
volverla a ver, para seguir en Chile caminando juntos.
Partiré con la satisfacción de
haber operado en Catalunya, como uno más siendo sólo un humilde compatriota, y ese será por siempre el
globito al arquero (vaselina) que he logrado hacer, aunque solo le importe a los
amigos, la familia y la hermosa mujer, chilena o catalana, que nos regala unas lágrimas antes de subir al avión.