sábado, 20 de julio de 2013

El desayuno perfecto

La cotidiana búsqueda del desayuno perfecto, nos encuentra entre el apuro de  no llegar tarde y los cinco minutos más, que nunca son cinco minutos. Algunos por costumbre pasan por el alambre, hasta el cafecito de media mañana. Otros que ya parecen hobbits ese cafè entre medio, es el tercer desayuno del día.
Caer rendido a los brazos de una mujer, nunca pudo ser tan fàcil. Basta preguntar Como te gusta el desayuno? Que lo preparen y terminas, sin darte cuenta tomando desayuno como a ella le gusta. 
Me invitaron a tomar desayuno, tenía 17 años, ella 23. En mi cabeza giraba la respuesta mas torpe posible. Despues de ver juntos una película de David Lynch, entender solo la mitad porque la otra mitad me dediqué a verla a ella, me hizo la pregunta.  Yo solo pensaba, quiere que me vaya a mi casa, que me levante muy temprano y que vuelva a buscarla para tomar desayuno? Demoré tanto en responder, me miró otra vez y me dijo: sino tienes tu cepillo de dientes, yo te presto uno. Ahi entendí.
Entre esta anècdota y los miles de desayunos que he tomado desde entonces, perdí mi escencia. No se como me gusta tomar desayuno. 
Algunos se van a la montaña, otros buscan en el silencio las respuestas, yo voy a preparar cafè, para empezar con algo.
Fins aviat.

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