Querido Lu:
A finales del Invierno del 2002, tenía 27 años. Llegaste rápido, demoraste unos segundos en llorar, creo que asombrado por tanta luz, te conocí hermoso desde el primer día, el corazón no me cabía en el pecho, es una felicidad que se te escapa de la piel.
Te conocí con el mismo amor con que te escribo estas líneas. Nunca había estado tan lejos para tu cumpleaños, como hoy, cuando aquí se acaba el verano me doy cuenta, que estoy a dos estaciones de distancia.
Me encantaría abrazarte, como ese día en la Clínica, y como todos los nuevos días en que nos abrazamos por horas, siendo pequeño te dormías encima mío, quizás imitando a los gatos con los que compartías casa y cama. Y fuiste creciendo, como los arboles del campo, a veces te tropezabas pero nunca pudimos detenerte. Aprendiste a caminar en una cancha de fútbol, pegándole a la pelota para mantener también el equilibrio.
Hemos hecho muchos viajes juntos, como cuando fuimos a Punta del Este, conocimos el Océano Atlántico y cuando vengas, veremos juntos el Mediterráneo.
Me ha tocado otras veces, estar lejos de ti. La vida puede ser difícil a veces, pero siempre esta la alegría de volverte a ver.

El orgullo de verte jugar y ser bueno en lo que haces, me emociona siempre, la tenacidad con que te enfrentas a los rivales del deporte y de la vida, me hace pensar que tienes más fuerza que la que tu mismo te puedes imaginar.
Cuando te entreguen tu regalo, te vas a poner contento, esa felicidad tuya y también de la Elisa, es un motor que me da energía para seguir.
Y ten por seguro que vamos a seguir los tres disfrutando del camino, porque no puedo imaginarme el resto del camino sin ti.
Cuando leas esto y veas esos videos, puede ser que no me entiendas mucho. Pero a mi manera es mi forma de decir que te quiero cada día más, tanto más que ya no tengo forma de medirlo.
Estas más grande cada día, y se
que crecerás mucho más aún. En algunas ocasiones te podrás equivocar, como yo me he equivocado tantas veces, te pido perdón por eso. Tienes que saber, que siempre estaré a tu lado para ayudar a levantarte si tu me lo pides.
Ya tengo 38 años, y me levanto cada día pensando en que me han regalado dos hermosas razones para vivir. Tu eres la razón que llegó primero, la otra es tu hermana.
Nos quedan muchos partidos por ver, nos faltan muchos estadios que conocer.
Hay tantos goles tuyos que voy a celebrar al borde de la cancha, tantos tries apoyados por ti en el ingoal, que estas lágrimas que me salen ahora, se secaran rápido o se mezclaran con la lluvia que esta cayendo en Barcelona.
Estoy tan feliz del muchacho hermoso en el que te has convertido, que estos meses son solo un pequeño parentesis, antes de seguir el camino juntos.
Te quiero Lu,
también estoy contando los días,
y cada vez son menos.
Con todo mi amor,
Feliz Cumpleaños, Papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario