Barcelona esta llena de turistas, es fácil reconocernos. Vas caminando por la calle con una cámara de fotos, una mirada de asombro, y una sonrisa de felicidad que es única. Hay tanto para mirar, que podrías caminar al infinito y más allá, con esa misma cara.
La otra forma de reconocernos, es que no tenemos NIE o DNI. Este número que es el registro de identificación algo así como el RUT, te permite dejar de ser un fantasma y trasformarte en un residente. El encargado de la policia que finalmente me dio el número, me dijo: -Te ha toca’o este, el número es un azar te sale cualquiera como la Loteria-. Así se siente, con el NIE puedes tener cuenta en el banco, puedes contratar internet, puedes acceder a los beneficios del Ayuntamiento, las entradas con descuento, puedes completar cada registro de inscripción sea escrito u online.
Sin él, están todos esperando que te vayas, igual que cuando lo único que quieres es que se devuelvan a Santiago todos los turistas de Viña (guardando las inmensas proporciones).
Conseguí el NIE en tiempo record, en 4 días hábiles estaba en mis manos. Sin la ayuda de JP y la Maca, hubiera sido imposible. Esta vez, el passaporto sirvió un carajo, ley pareja no es dura y la única diferencia, es que en mi sala, la de comunitarios o miembros de la unión europea, había menos gente y nadie andaba con turbantes o trajes típicos, casi todos estudiantes y muy poca gente mayor.
Con eso al banco, ahi conocí a Lali, la ejecutiva que me abrió la cuenta, por supuesto que me contó su larga historia de Apendicitis no diagnosticada y operada como plastrón luego de un mes de antibióticos y hospitalización, todo porque al médico de familia le ha dicho que tenía un virus, pasa hasta en las mejores familias, valga la redundancia. Deposité uno euros para no tener la cuenta en cero y ya esta. Con cuenta corriente a contratar internet, caminé hasta el barrio de Gracia, solo porque Antonia, unos días atras me explicó con tanto detalle, que era mejor, desbloquear mi telefono de prepago donde los
Paquistaníes, o simplemente darlo por perdido y comprar otro prepago en la esquina de Transversa de Gracia con Via Augusta, en el Phone House, todo ese tiempo de explicaciones sin ningún beneficio para ella, se merecia la comisión del contrato, para los mal pensados, obvio que ademas era preciosa.
Hoy recibí el llamado de la compañia, deben estar por tocar el timbre para instalar internet, mientras espero voy repasando los pendientes y tomando nota para las próximas entradas.
Ahora que soy un turista camuflado de residente, con mi número de Lotería que aqui llaman NIE/DNI voy mirando el paisaje con la misma cara de bobo, pero seguro que ya no me devuelven, y puedo rellenar el registro para ingresar al Colegio Médico de Barcelona, o quizás más importante: contratar Bicicletas Municipales o del Ayuntamiento, para asi poder ampliar el perimetro unas cuantas cuadras más. Va tot molt bé, mercés.
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